Juego simbólico
El niño de 2 a 3 años desarrollará poco a poco la capacidad de comprender explicaciones y negociar con otros niños y adultos sobre situaciones de la vida diaria, aspectos importantes para la inclusión y pertenencia a un grupo de pares. Su felicidad y manifestaciones de cariño se verán a veces interrumpidas por emociones de enojo, frustración y duda, originadas por su incapacidad de comprender el mundo y las exigencias que le impone los adultos.
Importantes cambios se evidencian a nivel del desarrollo motriz grueso (correr, saltar, balancearse, subir y bajar escaleras, girar y frenar durante sus carreras).
Si bien la extensión de sus frases se incrementará poco durante este año de vida, logrará al final del período comunicarse de manera más clara haciendo uso de una mejor pronunciación, modulación de la voz y un mayor número de reglas sintácticas. Al final de los tres años articulará frases de 6 palabras y será capaz de narrar sus experiencias de una manera más fluida y clara.
Finalmente, durante éste periodo se desarrollará aún más el sentido de independencia en cuanto a la alimentación, la vestimenta y el aseo. Su juego seguirá siendo paralelo, pero se iniciará hacia finales de año una comprensión de las reglas del juego en grupo, con lo cual el juego social estará próximo a aparecer.